Lucia y me falta tu tia
Manuel Malaver
En Bondi Beach, Nueva Gales del Sur, Australia, insultaron a Lucia, la hija de Jorge Rodríguez.
A 15 mil kilómetros de las bombas lacrimógenas, la represión, los asesinatos selectivos de los colectivos y la guardia nacional bolivariana sobre estudiantes que valientemente piden un cambio desde hace mas de 30 días, un trío de Venezolanos le reclamó a Lucía ser hija de un corrupto, darse la gran vida con el dinero mal habido de su padre y burlarse, con su sola presencia de miles de Venezolanos que por ejemplo en Irlanda, se quedaron sin comer porque más nunca le llegó la remesa.
Al día siguiente, el agraviado padre de Lucía se monta un programa en el canal del estado para denunciar enérgicamente a quienes cometieron semejante delito, acusándolos además de ser amigos de Lilian Tintori, como si eso fuese un acto de corrupción que merece castigo eterno.
Rodríguez, indignado, denunciaba con nombre y apellido a quienes se dedicaron a realizar esta afrenta a su retoño, inmerecida y además injusta, porque ella es inocente de cualquier cosa y solamente es castigada duramente por la sociedad por ser hija de un luchador social, un hombre cuya familia se ha dedicado a una nueva Venezuela, desde el trabajo honesto del abuelo de Lucía, que se llama igual que su papá y que fue torturado por la PTJ hasta asesinarlo. Que injusticia y que dolor contra unos seres que no merecen este trato.
Semejante descaro da asco
Lucía, quizás no lo sabes, pero tu abuelo fue conspirador eterno contra la democracia, guerrillero, ladrón y secuestrador. Por cierto malo y bruto para todo lo que hizo.
Guerrillero y asesino en los 60 y 70 y responsable directo del secuestro de Nihaus, quien por cierto se les escapó rumbo a la libertad, dejando en ridículo a sus secuestradores. Si Lucía, ese era tu abuelo, ladrón y secuestrador.
Tu padre, que decir de tu padre. Llegó desde joven a buscar venganza por la muerte de tu abuelo y cuando lo colocaron en el CNE se encargó de malversar fondos, robarse todo lo que tuvo enfrente, amañar elecciones y comenzar a esconder (Que no es ahorrar) dinero en el exterior, porque sabía que algún día y ante alguna emergencia , tenía que enviarte lejos de Venezuela.
Tu padre además se encargó de la alcaldía mayor, de manera fraudulenta, se robo todo el dinero, quebró la alcaldía, buscó la manera de hacer presos a cientos de personas que discreparon de su manera de ver las cosas, ordenó expropiaciones de cientos de edificios, dejando a miles de familias sin su sustento, sin su trabajo, es decir, para que Lucía se fuese como millonaria a Australia, miles de Venezolanos se mueren de mengua. Ese es tu padre.
Tu padre que ahora apoya las represiones, los asesinatos de los estudiantes, la aparición de los colectivos paramilitares que es una de sus obras que exhibe con mayor orgullo, tu padre el corrupto, el que tiene los bolsillos llenos de los billetes de todos y las manos llenas de la sangre de miles de asesinados en estos 17 años de desgobierno y dictadura.
Lucía y me falta tu tía. Tu tía Delcy que desde un puesto tan importante como la cancillería ha dejado sin trabajo a miles de empleados que prestaron su servicio por Venezuela, gente que hizo de las relaciones internacionales una carrera y a las que tu tía dejó en la calle sin ningún remordimiento.
Tu tía, lucía, también es corrupta, ladrona, mentirosa, manipuladora y profundamente anti venezolana.
Esa es tu familia Lucía, exhíbela con orgullo, como haces con los millones malhabidos de tu familia en Biondi.
Y mientras tu padre se sigue rasgando las vestiduras por ti en televisión nacional en Venezuela, aguanta el chaparrón porque esta es apenas la punta del iceberg de lo que te espera.
Por último Jorge, no seas descarado. Deja de denunciar una protesta de 3 personas contra tu hija y mira la estadística de estos 30 días de protesta. 30 muertos que pudieron ser 30 Lucías, 30 vidas que se apagaron ante tu complicidad y tu deseo de llenar de sangre las calles.
Tu padre no tenía la inteligencia ni la capacidad de ser guerrillero, secuestrador ni político, todo lo hizo mal. Pero al igual que tú tuvo la capacidad de ser asesino.
Por eso en Biondi Beach, a 15 mil kilómetros de Caracas, en Katmandú, en Madrid, en Roma ó en Buenos Aires, en donde se escondan todos los Jorge Rodríguez del régimen, algún venezolano se encargará de recordarle a sus hijos, sobrinos ó nietos, que llevan en su sangre la herencia de hambre, corrupción, muerte, represión y dictadura que destruyó a una Venezuela que también para ellos pudo haber sido un gran país.
Ahora te la calas Jorge. Ahora te la calas.
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