martes, 24 de junio de 2014

Estan vendiendo el futuro de Venezuela

ESTAN VENDIENDO EL FUTURO DE VENEZUELA - O LA TRAICION OCULTA DE LA REVOLUCION BOLIBURGUESA
Eduardo Guzman Perez - 10-Jun-2014
Hace pocas horas se  materializo otra entrega de activos nacionales por parte de PDVSA a un gobierno extranjero, sin autorizacion del parlamento apelando a la  LEY HABILITANTE .  En este caso  la venta de petróleo, mediante el “pago anticipado” de uno 2.5 MM de dolares americanos, a la  petrolera rusa Rosneft, la cual recibiría de PDVSA  cerca  64 millones de barriles de petróleo crudo y derivados en los próximos hasta el 2019   El convenio es antipatriotico  ya que el dinero recibido por PDVSA equivale a un precio por barril de apenas $31, la tercera parte de su valor actual precio OIPEP que son US.$ 98/barril. No sabemos si el dinero es un pago parcial y, si lo es, cuan parcial. Se desconoce el precio por barril estipulado en el convenio. Perdiendo el pais cerca de 55 dolares/barril.
Lo  trascendente  de esta transacción es que viene en los mismos días de convenios de PDVSA con empresas contratistas grandes del sector petrolero como Schlumberger, Halliburton y Weatherford, mediante los cuales la empresa recibe otros dos mil millones de dólares para “operaciones” no especificadas.
Simultaneamemte PDVSA ha estado recibiendo  cifras en dolares incuantificables   poradelantoshechos por el gobierno de China y préstamos de Japón, de la estatal [etrlora italiana  ENI y de la norteamericana  ChevronTexaco por sumas que sobrepasan los $30.000 millones en los últimos 5  años. Además está emitiendo deuda con mucha frecuencia, la última emisión de bonos de $5000 millones hace apenas dos semanas. El monto total de bonos emitidos ronda los $40.000 millones. En adición la empresa ha recibido, en bolívares inorgánicos del Banco Central de Venezuela, el equivalente de otros $40.000 millones para sus gastos corrientes.
Para una persona medianamente entendida en asuntos financieros es evidente que PDVSA se está endeudando hasta los tuétanos en dolares que no va a poder cancelar.  Mientras la economia nacional está en virtual cesación de pagos, o sea en default, sedeclaron en quiebra fraudulenta  con una deuda a suplidores diversos que monta a unos $14.348 millones, ver este  link http://www.soberania.org/2014/05/23/senores-no-hay-plata/ :
No es difícil  entender  que, al ser PDVSA la única empresa generadora de dólares para el regimen y para l fisco nacional , porque lqs exportaciones no petroleras no existen por que destruyeron la produccion y la manufactura nacional expropiando e incautando empresas y con la aplicacion de una Ley del Trabajo inviable,  esta deuda que se ve arriba, solo podría ser pagada con dólares petroleros de esta empresa, bien sea a través de ingresos de venta de petróleo o continuar endeudandose como lo vienen hacienda irresponsablemente . Esto explica el desesperado proceso actual de liquidación de nuestros activos nacionales.     
Se estima, y es un criterio unanime de todos los economistas ass como el de los analistas que tratamos este tema  que  la deuda nacional,  para  diciembre de 2013, era  unos $200.000 millones americanos . De ese total, una gran parte  no conocida por el país, probablemente unos $130.000 millones, debe corresponder a deuda en cabeza de PDVSA. Pero hay compromisos a mediano plazo que agravan aún más la situación. Los arbitrajes contra PDVSA ya perdidos en el exterior, los relacionados con Exon-Mobil y ConocoPhillips, están por adjudicarse y pudieran montar a unos $10.000 millones.  Venezuela es el país con más demandas internacionales en proceso, superando ya a la  Argentina.
Como apreciamos, el cuadro financiero de PDVSA es desesperado, tragic y lamentable. Y los insensatos  del régimen  regalando  110 mil barrilse de petroleo a Petro Caribe, 80.000 a Cuba y 300.000 en pago de deuda a China, ahora a Palestina.  El regimen de Maduro dando continuidad a la nefasta forma de administrar  Chavezel  y estos ahora, en su afán de contar con solidaridades políticas de países vecinos a fuerza de regular petroleo, le ha impuesto a PDVSA, compromisos de suministrar petróleo y productos, en condiciones de precio, pago y financiamiento, desfavorables, como por ejemplo:  1.-A  los países firmantes de los Acuerdos Energéticos de San José, ALBA, Petrocaribe, Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas (ACEC), Convenio Integral de Cooperación (18.000 barriles diarios de petróleo y productos); 2,- Convenio de Cooperación Integral Cuba - Venezuela (110.000 barriles diarios de petróleo y $ 1.090 millones); 3.- y por préstamos, líneas de crédito y financiamiento, cuyo servicio de la deuda se paga con petróleo y productos,  con China (130.000 barrils diarios de fuel Oil y 270.000 barriles diarios de  petróleo crudo), Portugal, Irán, Belorús y Japón (100.000 barriles diarios  de petróleo y/o productos); para un total de 1.266.000 barriles diarios de petróleo y productos, que no generan ingresos a la Caja de PDVSA…. quedándole a PDVSA un remanente de 985.000 barriles diarios [para exportación al imperio],  de los cuales tiene comprometido con China un saldo de 25.000 barriles diario (en las mismas condiciones contractuales que el pago del servicio de la deuda); con CITGO 190.000 barriles diarios , y 400.000 barriles diarios a la India”. 
Observamos entonces  que, PDVSA ya no tiene recursos de donde sacar más dinero, por lo cual se ve obligada a convertirse en la mayor limosnera del sector petrolero internacional. Ya tiene la mayor deuda del planeta entre las empresas petroleras y esa deuda sigue creciendo en forma incontrollable. En realidad, la deuda acumulada supera  el valor de sus activos y, como hemos visto, está empeñando petróleo (A futuro), que no le pertenece a ella como empresa, sino a la nación en detrimento del pueblo fragelado  y de nuestros hijos sin destino ni future porque se encargaron de destruirselos.
Creo  con la mayor seguridad que PDVSA tienen  ser intervenida  a la mayor brevedad , sus directivos destituidos, investigados y enjuiciados por actuar agavilladamente contra los inteses de la nacion,  por corrupcion, y po  ineptitud y traición a la patria. Esta intervención no puede darse desde el gobierno porque el gobierno es su principal cómplice en este monumental saqueo y destruccion de nuestra industria petrolera. Quien debe intervenir es la nación, representada por la Sociedad Civil.
El país está enfrentado a una gran decision  historica y se encuentra  en una encrucijada historica: morir de mengua, hambre, miseria, o, expulsar al malandraje del poder que esta destruyendo el pais ante impavidez de los respsonsable de detener esa enloquecida carrera de desbastacion nacional. Un diálogo con los sicofantes ha sido  rechazado y  con decisión por la Sociedad Civil venezolano digna, honesta y patriotica si es este ultimo  el termino. Pactar con ellos como lo ha venido hacienda la llamada   MUD, C.A, a traves de la Peste Amarilla- Aveledo-Capriles-Ramos-Barboza y sus adlatares, es un delito de traicion a la patria, asi de sencillo,  porque eso es agavillamiento contra los intereses de la Nacion  y de sus integrantes . 

Ellos son:
Rafael Ramirez Carreno
Jose Luis Parades
Eurodomar Carruyo
Argenis Chavez
Ricardo Coronado
Eulogio Del Pino
Pedro Leon
Hildegard Rondon de Sanso
Baldo Sanso

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La burbuja de La Venezolana

Donde estan esos 15 millones de dolares?
La burbuja de La Venezolana
Algo debió salir mal en Concesionario La Venezolana; los socios estaban abriendo sucursales en Caracas y Valencia, y tenían un restaurante que ahora está "cerrado por inventario".
Por Roberto Deniz y Joseph Poliszuk
El galpón de La Panamericana permanece intervenido. La Fiscalía y la Asamblea Nacional, entretanto, están recibiendo denuncias de los afectados VENANCIO ALCÁZARES
EL UNIVERSAL
domingo 1 de junio de 2014
Bastaron 300 mil bolívares para registrar el Concesionario La Venezolana. Con un capital equivalente al de un carro, la empresa fue constituida en marzo del año pasado y en septiembre ya acumulaba 100 millones de bolívares.
Como la espuma, la firma acusada de haber estafado a casi 6 mil personas creció 333 veces en sólo seis meses. Entre el debut y la despedida transcurrió poco más de un año, pero La Venezolana inscribió unos 15 millones de dólares si se calcula al tipo de cambio de 6,30 bolívares o 2 millones de dólares a la tasa del Sicad 2.
El actual vicepresidente de la empresa, José Ramón Briceño Hedderich, inscribió la compañía el 22 de marzo de 2013, en sociedad con un joven de 20 años que aparecía en los registros de la Misión Sucre como uno de los facilitadores que ni siquiera disponían de cuentas bancarias. Así se levantó en los Altos Mirandinos un negocio que, en principio, era un punto para la compra-venta de carros usados.
"Somos su mejor opción", se leía en los primeros avisos que publicaron en la prensa en mayo del año pasado. Si en los registros quedó constancia del músculo financiero de la empresa, sus anuncios publicitarios desde el principio dejaron claro que no querían pasar desapercibidos. Se presentaron como un "concesionario autorizado" de Nissan y prometieron "tiempo de entrega récord" de unos modelos que ni el verdadero distribuidor de la marca japonesa había comercializado, debido a las restricciones del Ejecutivo nacional a la hora de emitir las licencias de importación.
Sin aviso ni presentación un extraño irrumpió en el deprimido mercado automotor venezolano. Las promesas de la firma y el uso de la imagen de Nissan encendieron las alarmas, puertas adentro, de la industria automotriz. Pronto llegaría la respuesta...
Nuevo rostro 
"Se hace del conocimiento de nuestros clientes que la sociedad Concesionario La Venezolana C.A no forma parte de la red de distribuidores autorizados Nissan, por lo cual no están facultados para ostentarse como representantes de la marca", señaló Nissan el 30 de junio de 2013.
Nissan también había delegado poderes en un bufete de abogados para advertir al concesionario sobre los riesgos legales que corría al usurpar el uso de la marca asiática. El concesionario terminó dando un paso atrás.
"Nosotros no importamos vehículos de la marca Nissan", respondió el 2 de julio de 2013 en un comunicado en el que se presentaban con nuevo rostro: "Somos un concesionario multimarcas y no tenemos exclusividad con ninguna, ya que nuestro norte es brindar un buen servicio, ubicando y vendiendo vehículos".
El Concesionario La Venezolana, de cualquier modo, ya había empezado a ofrecer carros de marcas como Toyota, Chevrolet y Ford en "una gran feria automotriz", celebrada el 1 de junio de 2013 en la que fue su primera sede, ubicada en la Zona Industrial Las Minas, en el kilómetro 14 de la carretera Panamericana.
En septiembre la empresa sorprendió nuevamente al promocionarse como "agente autorizado" de la marca china Hawtai. La oferta desapareció rápidamente del catálogo y en octubre fue reemplazada por otros carros chinos de las marcas Zotye, Brilliance y Kawei. Llegaron, incluso, a decir que estaban en capacidad de proveer al mercado 60 mil unidades anuales.
Enroques tras bastidores 
Si la oferta comercial de Concesionario La Venezolana varió en pocas semanas, también ocurrió algo similar en el registro de la compañía. Tras bastidores la junta directiva sufrió enroques, entradas y salidas de nombres.
Dos meses después de su fundación pasó de los 300 mil bolívares originales a 2 millones, que entraron junto a un nuevo socio: el abogado Ronald Edison Mayz Rangel, quien anteriormente se desempeñó como secretario del Tribunal Penal Tercero de Control del Estado Sucre.
La participación de Mayz Rangel en el negocio de La Venezolana sólo duró una semana. El 6 de mayo fue designado como presidente y siete días después salió de la sociedad, quedando los socios fundadores con Angelis Gibelli Quiroz Gutiérrez, de 25 años.
Con ella el capital se multiplicó 10 veces para alcanzar los 20 millones de bolívares. De eso quedó constancia en el Registro Mercantil Tercero del Área Metropolitana de Caracas y el Estado Miranda, a donde los socios volvieron en septiembre para informar que el joven de la Misión Sucre salía al mismo tiempo que asentaban un capital de 100 millones de bolívares.
El negocio iba bien. Se mudaron al kilómetro 9 de la carretera Panamericana y seguían ganando clientes que dejaban una inicial de al menos 30% del precio de los vehículos. El 14 de noviembre la junta directiva recibió como presidente y socio mayoritario a Jhon Wilmer Quiroz Fonnegro, el mismo que el pasado 20 de mayo abandonó sorpresivamente el salón principal de The Hotel, tras leer un comunicado ante los medios de comunicación para desmentir las denuncias por estafa. "Quiero destacar que tengo 20 contenedores en La Guaira, actualmente, próximo barco a llegar a Puerto Cabello y otros dos barcos adicionales llegando a Venezuela", agregó.
Carros chinos pero de Colombia 
Los famosos carros chinos no terminaban de llegar. La Venezolana fungía como "concesionario exclusivo" de las marcas Zotye, Brilliance y Kawei aún antes de haber firmado unos acuerdos comerciales que fueron filtrados desde la misma empresa para este trabajo.
Esos papeles revelan que el convenio con Brilliance se cerró el 1 de noviembre de 2013; el pacto con Zotye se selló el 21 de octubre y con Kawei el 18 de octubre. Todos después del aviso del 2 de octubre en el que anunciaban unos autos con precios que oscilaban entre 198 mil y 398 mil bolívares como abreboca del "Auto Market", que el año pasado se celebró en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) entre el 26 de octubre y el 3 de noviembre.
La avalancha de clientes fue tal que, al estilo de una farmacia o carnicería, había que pedir número y hacer cola para ser atendido en el stand de La Venezolana. La gente reservaba sus modelos sin saber que esos eran los únicos carros y que habían llegado a esa exhibición rodando desde Colombia bajo régimen turístico porque la empresa no tenía licencias para importarlos.
Esta práctica se mantuvo hasta el anuncio de la intervención por parte del Gobierno nacional. Hebert García Plaza, jefe del Órgano Superior de la Economía, destacó el pasado 17 de mayo entre las irregularidades que los carros exhibidos en el local de la carretera Panamericana y en el establecimiento de Valencia, recién inaugurado el 2 de abril de 2014, entraron al país con régimen turístico.
En la onda cívico-militar 
La empresa no le temía al ruido. Por el contrario, a medida que fue ganando terreno participó en más eventos. El pasado 14 de marzo estuvo en una "jornada cívico-militar" celebrada en las instalaciones del Círculo Militar, en la que varios miembros de las fuerzas armadas cayeron entre los 5.956 clientes que el Gobierno cuenta entre los afectados.
El mes pasado el concesionario destacó como uno de los patrocinadores de los Juegos Suramericanos de Playa del estado Vargas, organizados por la Gobernación de esa entidad y el Ministerio del Deporte.
En muchos de sus comunicados la empresa se manifestó a favor del Gobierno nacional y desafió a las automotrices tradicionales. "Ya nuestra primera flota se encuentra navegando las aguas del Pacífico rumbo al mar Caribe, a pesar de los cobardes ataques en nuestra contra de los carteles de la industria automotriz, que insisten en ser actores de la desestabilización política y económica en contra del legítimo Gobierno nacional, encabezado por el presidente Nicolás Maduro Moros", señaló el 5 de marzo.
"Estamos convencidos que no podrán con la fuerza heredada de uno de los mayores líderes que ha conocido la historia contemporánea de nuestra nación, el legado del Comandante Presidente Hugo Chávez", sentenciaron en el mismo escrito.
Rodeados de estrellas 
Algo debió salir mal en este negocio: apenas dos meses atrás, el concesionario La Venezolana cambió su domicilio principal al Centro Empresarial Metrosur de Valencia. Incluso registró una tercera sucursal en la misma dirección de un local Hyundai que -tras la crisis del sector automotriz- bajó la santamaría en la sede que ostentaba en la avenida Francisco de Miranda a la altura de Los Palos Grandes.
A contracorriente de la mayoría de los concesionarios del país, el de La Panamericana había logrado crecer y expandir sus negocios en tiempos de vacas flacas. En septiembre del año pasado, los mismos socios registraron otras empresas como el restaurante El Padrazo, cuyos eventos llegaron a tener eco en todos los Altos Mirandinos luego de que llevaran hasta el mismísimo Oscar D'León a su local del Centro Comercial La Casona.
También Karina, Guillermo Dávila y Oscarcito. Desde la entrada hoy solo se ve una pecera y un cartel pegado en la puerta que dice "cerrado por inventario". Ni en ese ni en ninguno de los otros negocios de sus accionistas hay quien de pistas de lo que pasó con Concesionario La Venezolana. Tampoco hay quién cuente cómo multiplicaron su capital más de 300 veces en seis meses. En la dulcería Pink Cake Lui's -conocida por los domingos de taebo, aerobics y bailoterapia que llegaron a organizar también en el Centro Comercial La Casona- señalan que no saben nada de sus dueños.
El alto perfil de la compañía ha terminado. En su página web aun queda una galería de fotos que recuerdan el momento en que su vicepresidente, José Ramón Briceño Hedderich, cerró en China los acuerdos comerciales que les permitirían importar los miles de vehículos que prometieron, pero que nunca llegaron a una Venezuela en la que también escasean carros.

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La adiccion a las drogas esta matando a los jovenes

La adiccion a las drogas por los jovenes es algo que no sucede solo en California, esta sucediendo en todo Estados Unidos, y el mundo. :-( 
La adicción que está matando a los jóvenes en California
Jaime González
BBC Mundo, Los Ángeles, @bbc_gonzalez
El condado de Orange, en el sur de California, tiene la reputación de ser un lugar idílico, famoso por su clima mediterráneo, sus playas de arena blanca y sus opulentos barrios residenciales, por cuyas calles los ricos y famosos pasean sus autos de lujo.
Pero tras las fachadas de las mansiones y los clubes de golf del que es considerado uno de los bastiones republicanos en Estados Unidos, se oculta una realidad que poco tiene que ver con la imagen de postal que se presenta en películas y series de televisión.
Como está sucediendo en muchas otras comunidades del país, el aumento en el número de personas adictas a los medicamentos -y en particular a los analgésicos opiáceos- ha desatado una crisis de salud pública que le está costando la vida a decenas de personas cada año, muchas de las cuales no superan los 30 años.
Según datos de la oficina forense del condado de Orange, en los últimos cinco años cerca de 200 jóvenes de entre 14 y 26 años han fallecido como consecuencia del consumo de drogas. Dos terceras partes de esas muertes se atribuyeron a los fármacos que prescriben los profesionales de la salud.
La cortina naranja
El término "Orange Curtain" (cortina o telón naranja) se utiliza en California para referirse a la cortina imaginaria que separa a la población tradicionalmente conservadora y republicana del condado de Orange de sus vecinos más liberales de Los Ángeles.
Suele decirse que a los liberales les preocupa lo que sucede "tras la cortina naranja" (behind the orange curtain, en inglés). O sea, en el condado de Orange. 
Según los especialistas, los adolescentes empiezan experimentando con los opiáceos y ansiolíticos que les han sido recetados a sus padres o a los padres de sus amigos, con la creencia de que estos son más seguros que las drogas que se consiguen en la calle.
Una vez se han enganchado -algo que con los opiáceos suele ser habitual- recurren a médicos sin escrúpulos que les recetan las pastillas a cambio de dinero. Si eso no funciona, siempre les queda el mercado negro.
Lo que más preocupa ahora a las autoridades es que están viendo cómo cada vez más jóvenes se están pasando a la heroína, una sustancia mucho más barata y fácil de conseguir.
Si para comprar un analgésico opiáceo como la oxicodona tienen que pagar al menos US$80, una papelina de heroína la pueden comprar en la calle por apenas US$10.
El documental relata la batalla de padres y madres contra las adicciones de sus hijos.
La crudeza de lo que está sucediendo en el condado de Orange -uno de lo lugares con un mayor número de centros de desintoxicación de todo EE.UU.- se ve reflejada en el documental "Behind the Orange Curtain" (Tras la Cortina Naranja).
Se trata de un relato estremecedor en el que padres y madres cuentan la batalla que libraron -y en muchos casos perdieron- contra las adicciones de sus hijos y contra un sistema que criminaliza el consumo de drogas y no ofrece alternativas para la rehabilitación.
Este documental vio la luz gracias al empeño de Natalie Costa, una pequeña empresaria de la localidad de Laguna Woods que decidió que tenía que hacer algo tras ver como varios jóvenes de su comunidad morían de una sobredosis.
"Como muchos padres vivía en una burbuja. No tenía ni idea de que los jóvenes estuvieran utilizando opiáceos y heroína para colocarse. No fue hasta que Mark, el hijo de una amiga, murió de una sobredosis, que fui consciente de lo que estaba pasando", relata Costa en Conversación con BBC Mundo.
A través de la página de financiamiento colectivo KickStarter, Costa recaudó más de US$40.000 para sacar delante el documental, que fue dirigido por Brent Huff, y para el que contaron con la colaboración desinteresada de decenas de personas.
La muerte de Joey Kennedy
Joey Kennedy falleció en 2010 a los 28 años de edad a consecuencia de una sobredosis de opiáceos.
Según le explicó a BBC Mundo su padre, James Kennedy, antes de empezar a consumir drogas "era un buen atleta y un buen estudiante".
Estuvo luchando contra su adicción durante 8 años.
"Hicimos todo lo que pudimos para que se desintoxicara pero siempre volvía a recaer. Lo peor de la adicción es que hace que la gente se aparte de ti. Fue muy frustrante", cuenta Kennedy.
El día que Joey murió estuvo consumiendo drogas con un grupo de amigos. Por la noche sufrió una sobredosis.
La gente con la que estaba no sabía que hacer. Lo subieron a un coche y empezaron a dar vueltas.
Llamaron en varias ocasiones a los servicios de emergencia pero colgaron antes de dar su localización por miedo a que les detuvieran.
Finalmente lo abandonaron en la cuneta de una carretera.
Pasadas las seis de la mañana encontraron el cuerpo de Joey sin vida.
"El problema en el condado de Orange es enorme. Todo el mundo conoce a alguien que ha sufrido una adicción. En muchos casos se trata de jóvenes de familias con dinero que tienen demasiado tiempo libre. Consumen las drogas por las tardes cuando salen de la escuela y sus padres están todavía en el trabajo".
Costa cree que muchos progenitores no quieren ver lo que está sucediendo ya que "piensan que algo así no les puede pasar a ellos".
"En las actividades informativas que organizamos para concienciar sobre este problema la asistencia suele ser baja y al final muchos de los que vienen son padres de jóvenes adictos o que han muerto de una sobredosis".
"Si se tratara de una epidemia de una enfermedad común los padres correrían al medico para que les pusiera una vacuna a sus hijos. La realidad es que tenemos una epidemia y la única forma de combatirla es a través de la educación".
Costa, junto con algunos de los padres que aparecen en "Behind the Orange Curtain", trabaja para presionar a las autoridades para que se introduzcan cambios legislativos que hagan más difícil el acceso a los medicamentos, al tiempo que abogan para que a los adictos se les deje de tratar como simples delincuentes.
Sus esfuerzos dieron sus frutos cuando el 1 de enero de 2013 entró en vigor en California una ley del "buen samaritano", que permite que una persona que esté consumiendo drogas con alguien que esté sufriendo una sobredosis, pueda llamar a los servicios de emergencia sin que haya peligro de que se presenten cargos en su contra por posesión o consumo de sustancias ilegales.
Y es que han sido muchos los jóvenes en el condado de Orange que han fallecido después de que las personas con las que estaban tomando drogas no se atrevieran a pedir ayuda por miedo a ser detenidos.
"No me quedaba nada"
Durante una década Kaitlyn Bash estuvo enganchada a una larga lista de sustancias.
Alguien que conoce muy bien la problemática que se está viviendo en Orange es Kaitlyn Bash, una joven de 26 años que durante una década estuvo enganchada a una larga lista de sustancias.
Bash empezó a consumir alcohol y marihuana a los 13 años "por pura diversión". Según le contó a BBC Mundo, "tras el divorcio de sus padres vivía con su madre y pasaba mucho tiempo sola en casa haciendo lo que le venía en gana".
A los 14 años ya era consumidora habitual de éxtasis y metanfetaminas y a los 16 entró por primera vez en un programa de rehabilitación que le ayudó a dejar de consumir durante dos años.
"A los 18 años, después de dos años sin tomar nada, pensé que podría empezar a divertirme como cualquier chica de mi edad y ahí fue cuando probé por primera vez la heroína", explica.
"Estaba viviendo en un motel. Se me había acabado el speed y los chicos con los que estaba eran adictos a la heroína y ellos me la dieron a probar por primera vez. (…) Desde ese momento pasé a consumir heroína cada día. También tomaba pastillas ya que encontré varios médicos que podían proporcionarme cualquier cosa que quisiera". 
"Estaba viviendo en un motel. Se me había acabado el speed y los chicos con los que estaba eran adictos a la heroína y ellos me la dieron a probar por primera vez. (…) Desde ese momento pasé a consumir heroína cada día"
Kaitlyn Bash, exheroinómana
En los dos años que estuvo consumiendo heroína tuvo dos sobredosis. El día que sufrió la segunda, pasó ocho horas inconsciente y se despertó "sola y cubierta de vomitado".
"Ahí fue cuando me di cuenta de que no me quedaba nada. Mi familia no quería saber nada de mí y el exnovio con el que estaba viviendo tampoco, ya que él quería desintoxicarse y yo no".
"Mi madre me dijo que podía volver a casa sólo si lo dejaba. Ahí fue cuando me dije que si la heroína no me había matado iba a estar sobria. De esto hace cuatro años y medio", relata.
Bash cree que uno de los grandes errores que cometen los padres de jóvenes adictos es que "no saben decirles 'no' a sus hijos". "En el momento en el que mis padres me cerraron la puerta fue cuando reaccioné", explica.
"La dejaron morir"
La hija de Vernen Porter falleció en 2010 de una sobredosis.
Vernen Porter es uno de los padres que relata su experiencia en el documental "Behind the Orange Curtain". Durante tres años hizo todo lo posible para ayudar a superar su adicción a su hija Vanessa, quien falleció en 2010 a los 22 años.
Porter se enteró de que su hija estaba consumiendo opiáceos después de encontrársela una noche en su habitación con una sobredosis de heroína.
"La llevamos a un centro de desintoxicación y de ahí a un programa de recuperación en el que pasó 30 días. Pensábamos que lo había superado. Pasó un año sin consumir pero luego volvió a recaer".
"Pasaba 6 meses sin consumir nada y luego tenía una recaída y eso fue lo que sucedió el día que murió. Había estado sin consumir durante seis meses. Acababa de cumplir 22 años. La fueron a buscar al trabajo y la llevaron a casa de un joven que estaba en libertad condicional por haber comprado medicamentos sin autorización. Allí consumió", relata Porter.
"Llegué a casa de una reunión y ella no estaba. Era medianoche y empecé a llamarla a su celular. Tras 30 llamadas, el joven con el que estaba apagó el teléfono, cerró la puerta y la dejó sola en una habitación a oscuras. La dejó morir".
"Llegué a casa de una reunión y ella no estaba. Era medianoche y empecé a llamarla a su celular. Tras 30 llamadas, el joven con el que estaba apagó el teléfono, cerró la puerta y la dejó sola en una habitación a oscuras. La dejó morir"
Vernon Porter, padre de joven fallecida
"Luego supimos por el forense que si hubieran llamado a los servicios de emergencia a medianoche hubiera sobrevivido. Pero como la dejaron sola en esa habitación, a las 4 de la mañana falleció".
Porter explica que su hija Vanessa murió de una sobredosis de Opana, "un medicamento que estuvo prohibido durante una década y que se utilizaba con pacientes terminales de cáncer".
Esto ha hecho que junto con otros padres que han perdido a sus hijos por sobredosis de medicamentos estén presionando para que las autoridades impongan más controles en la distribución de estas sustancias, aunque cree que su lucha es complicada ya que "las compañías farmacéuticas tienen mucho poder" sobre los políticos.
Al mismo tiempo, trabajan para llevar frente a la justicia a los doctores que se enriquecen proporcionando recetasa los adictos sin ningún tipo de criterio médico.
Vernon Porter, igual que la mayoría de los padres cuyos hijos han muerto a consecuencia del consumo de opiáceos, sabe que la imagen idílica que muchas veces se presenta del condado de Orange, no es más que un espejismo.
Tras la "cortina naranja", siguen muriendo demasiados jóvenes sin razón.

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