Chávez se afianza en el poder

EL NACIONAL - Jueves 23 de Agosto de 2007 NACION/5
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Chávez se afianza en el poder
EDITORIAL THE NEW YORK TIMES

Hay mucho sobre qué hablar en Venezuela estos días. La semana pasada, el presidente Hugo Chávez presentó su propuesta de reforma constitucional, que le permitiría ser reelecto indefinidamente, como un paso hacia "la democracia participativa".

El designio del señor Chávez no es más que otro paso en el avance hacia un mayor control de su gobierno sobre la política y la economía de Venezuela.

Detrás de las estrategias retóricas "orwellanas", sus esfuerzos por atesorar poder y aferrarse a éste el mayor tiempo posible están socavando la democracia venezolana.

Chávez sigue siendo un demócrata, al menos técnicamente. Ha derrotado a la disfuncional oposición venezolana repetidas veces en elecciones que observadores internacionales han juzgado justas.

El pasado mes de diciembre se anotó una aplastante victoria que extendió su mandato hasta el año 2012. Su propuesta de reforma constitucional debe ser sometida a votación en la Asamblea Nacional y luego a un referéndum.

No obstante, el barniz de respetabilidad democrática de su gobierno se está
diluyendo.

Cada miembro de la Asamblea Nacional es aliado del señor Chávez. Sus partidarios también controlan el Tribunal Supremo de Justicia, todas menos dos gobernaciones y Petróleos de Venezuela, la compañía petrolera estatal.

Por otra parte, el Gobierno no ha mostrado timidez alguna en lo que se refiere a la utilización del aparato del Estado para robustecer la popularidad del Presidente entre los sectores más pobres del país. Luego de revocar la licencia de Radio Caracas Televisión, el Gobierno utilizó su señal para crear otro portavoz pro-gubernamental. Alentado por un extravagante gasto público financiado por los altos precios del petróleo, Chávez ha aprovechado su enorme popularidad para explayar el poder de su gobierno sobre cuantiosos sectores de la economía, inclusive compañías de
teléfono y electricidad.

Sus propuestas constitucionales intensificarían el control estatal al nacionalizar el gas y el carbón, despojar al Banco Central de Venezuela de su independencia y permitir que el Gobierno haga expropiaciones de propiedad privada sin antes obtener permiso judicial.

La afirmación del Presidente en el sentido de que está ampliando la "democracia participativa" al darle voz a los pobres de Venezuela se fundamenta en gestos como la propuesta de creación de consejos comunales que gozan de autoridad ejecutiva sobre una amplia gama de asuntos. Sin embargo, dichos consejos inclinan aún más la balanza democrática al despojar de poder a gobiernos locales y estatales –en los que los partidos opositores conservan ciertos vestigios de presenciapara dárselo a entidades dependientes del Gobierno central.

En efecto, la intención de Chávez de aspirar a la reelección tantas veces como él quiera -a fin de alcanzar su meta declarada de gobernar hasta el Bicentenario de la Independencia de Venezuela, en 2021- podría incrustar al país en manos de un líder todopoderoso por años. Una democracia participativa en la que sólo Chávez y sus amigos participarían.