Impacto geopolítico de la captura de Carvajal
Reflexión Dominical - Gustavo Coronel
La captura en Aruba y posible/probable extradición a los Estados Unidos del General Hugo Carvajal, alias El Pollo, ex-hombre de confianza de Hugo Chávez, alto miembro del narco-régimen venezolano y uno de los principales contactos del régimen con el narcotráfico y la guerrilla terrorista colombiana es, quizás, el más severo golpe internacional que se haya producido en contra del narco-régimen venezolano. Creo que ello ha sucedido porque, quienes han asestado el golpe, tienen una fuerte percepción de que el narco-régimen venezolano está efectivamente derrumbándose.
En efecto, en los pasados 15 años el narco-régimen venezolano ha cometido grandes desmanes que deberían haber sido objeto de castigo internacional: el apoyo a las guerrillas terroristas de las FARC, el asilo a sus líderes y la creación de santuarios pra los terroristas en terriorio venezolano; el asilo y protección de terroristas de la ETA; el alineamiento frecuentemente violatorio de leyes internacionales con los regímenes forajidos de Irán, Libia, Siria y Bielorrusia; los soeces insultos públicos de Chávez contra el presidente de los Estados Unidos y el presidente de México; la creciente proliferación del narcotráfico desde el territorio venezolano; las violaciones de derechos humanos comprobados por instituciones internacionales como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en fin, toda una serie de abusos y crímenes que deberían haber colocado al narco-régimen hace tiempo en el banquillo de los acusados. Sin embargo, poco o nada se hizo porque la mayoría de los países del hemisferio se beneficiaban del dinero petrolero venezolano y de la prodigalidad irresponsable del régimen y ello le daba una imágen de fortaleza regional. Ni los Estados Unidos se atrevía a antagonizar abiertamente al narco-régimen.
Esa imágen de fortaleza ha desaparecido. Ello explica la captura de Carvajal, la cual coloca al narco-régimen venezolano en un laberinto peligrosísimo. El problema se les agudiza al existir una pública declaración de solidaridad cómplice con el narco por parte del llamado presidente de la república, Nicolás Maduro, quien dijo hace unos tres día: “me la juego por el General Carvajal”. Por la boca muere el pez.
Y es que la verdad es la siguiente: el régimen venezolano es un narcoestado en el cual se imbrican fuertemente los narcotraficantes, las mafias petroleras, las pandillas financieras, una clase social alta sin principios y la legión de burócratas que se ha enriquecido de manera obscena a costa de la nación, incorporando – increiblemente – hasta algunos miembros de la oposición. Hace unos días leímos las invitaciones a un sepelio en un diario venezolano, una larga lista de gente que representaba esencialmente ese arroz con mango cómplice que ha hecho de la Venezuela chavo-castrista una sociedad podrida hasta las raíces. En ese narco-estado, aventureros como Cabello, Ramírez, los Maduro y los Chávez se han unidos a banqueros corruptos, a miembros de las mál llamadas “elites”de la sociedad caraqueña, a los nuevos ricos de la boliburguesía y a una fuerza armada que controla el narcotráfico para integrar una pandilla macabra que ha saqueado el país.
Durante estos años el Pollo Carvajal fué miembro distinguido del entorno de Hugo Chávez, quien repetidamente se refirió a él, publlcamente, en términos altamente elogiosos. Precisamente en 2004 fue nombrado Director de la DIM y, luego, de la DISIP. Le entregaba documentos falsos a los guerrilleros colombianos. El policía mayor era, paradojicamente, el criminal mayor.
Ignoraba Chávez quien era Carvajal?
Lo toleraba por razones de estrategia política? Era su cómpoice declarado? Lo cierto es que en estos años Venezuela pasó de ser un petroestado a ser un narcoestado, arrastrando a todo el entorno del alto chavismo, el cual pasó a ser rapidamente un grupo hamponil de ladrones, asesinos, torturadores, expropiadores, mentirosos y narcotraficantes. Un hombre como Jorge Giordani, mediocre y fanático, llegó a escandalizarse de esta situación pero su cobardía moral le impidió denunciarla abiertamente. Fué solamente cuando le dieron la patada histórica que pió, tarde y de manera incompleta, en un absurdo intento de auto-glorificación.
Lo ocurrido a Carvajal ha tenido la virtud de cambiarle la fisonomía internacional al régimen.
Ya no es visto como un gobierno formal sino como una pandilla de delincuentes, indiciados como tales por la justicia internacional. Ahora sus integrantes lo pensarán dos veces antes de salir de sus cuevas malolientes, porque temen que alguien los espere con una orden de arresto como acaba de sucederle a Carvajal.
Carvajal, llamado diplomático por Maduro, se comportaba como un hampón. Andaba con una maleta llena de dólares y pasaportes falsos en un avión cuyo propietario tiene problemas con la justicia. Ello evidencia la naturaleza del régimen, un narcoestado que debe ser destruído.
No hay acomodo ni dialogo posible con esta crápula. Ni debe haber borrón y cuenta nueva.
Etiquetas: Aruba, Gustavo Coronel, Holanda, Hugo Carvajal, narcotrafico, Venezuela
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