Chuo Torrealba NO NOS ayudara a enfrentar a Maduro

Chuo Torrealba, no me parece mala persona, pero de ahí a que aporte ALGO que nos ayude en contra del terrible gobierno de Maduro, no lo creo. Mi predicción: "La MUD escoge como secretario a alguien que NO NOS ayudara a salir del desastre, sino que nos ayudara a convivir con un gobierno corrupto. "
Si alguien me pregunta a quienes considero que nos ayudarían a salir de este desastre diría a alguien nombrado por: Maria Corina Machado, Leopoldo Lopez y Voluntad Popular (aunque no estoy de acuerdo con la propuesta de La Constituyente), el Alcalde Antonio Ledezma y los estudiantes venezolanos.
Porque La MUD - Chuo Torrealba suspendió la marcha pautada para el 4 de Octubre? Hay tanto para protestar en Venezuela!! Pareciera que Chuo Torrealba hará igual que Capriles: convencernos que lo mejor es vivir con un gobierno corrupto, que enfrentarlo. 


La MUD se remoza

Luego de cierto tiempo lleno de incertidumbre y a la deriva, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) finalmente se puso las pilas y designó, cuando nadie lo esperaba, a Jesús (Chuo) Torrealba como Secretario General del grupo, en reemplazo de Ramón Guillermo Aveledo quien había renunciado el 30 de junio.

El nombramiento de Torrealba ha sido bien recibido por venezolanos de todos los sectores, incluso muchos leales al gobierno. Uno de sus puntos fuertes es su extraordinaria habilidad como comunicador y su ampliamente demostrada empatía con los venezolanos de todas las clases, pero especialmente los pobres, cuyos problemas y esperanzas fueron abordados extensamente en los reportajes presentado los últimos 18 años en su programa de radio y televisión “Radar de los Barrios”, entre otros, incluyendo otros dos programas diarios en Radio Caracas Radio. Pocas son las personas que saben entender mejor que él los problemas que agobian al venezolano promedio.

Como tal, Torrealba (nacido en 1958) puede ser percibido como un canal de comunicación entre las mayorías en Venezuela y el liderazgo de la MUD, el cual con frecuencia pareciera no tener ningún contacto con las masas, y también como un vehículo perfecto para mantener informada a la opinión pública de qué está haciendo y hacia dónde va la MUD.

Torrealba empezó con buen pie, ya sea por sus promesas de fomentar la unidad, de trabajar por las familias víctimas de la inseguridad, que sufren por la crisis de salud o las que han perdido o pueden perder sus trabajos por el cierre de empresas; además de asumir el reto de “construir más democracia” para “enfrentar a este régimen totalitario”.

Sin embargo, nada de esto apunta a que Torrealba tendrá un papel primordial como hacedor de políticas o analista. Su perfil político, si puede llamarse así, es el de un venezolano socialdemócrata en el sentido tradicional. Sus padres fueron miembros del Partido Comunista; él mismo se unión al partido a los 13 años y se salió a los 16. Desde entonces parece haber evolucionado de la izquierda a lo que se considera el “centro” en la Venezuela actual.

Torrealba es bueno, muy bueno, para identificar problemas, pero realmente no tiene experiencia en el diseño de soluciones para esos problemas.

Además, está el tema de “quién manda a quién”. Un político experimentado como Ramón Guillermo Aveledo inspiró el respeto de los principales líderes de los 27 partidos que componen la MUD. En otras palabras, era el que mandaba y tenía la autoridad para mediar en los conflictos y buscar arreglos, y ejercía su mandato de manera equilibrada. Pero incluso Aveledo, a la larga, se vio forzado a salir por las luchas internas entre los “líderes” de la MUD.

Torrealba no tiene ese prestigio ni ese poder. En cierto sentido, depende de la MUD, y no la MUD de él. Según se conoció extra-oficialmente, su nombramiento como Secretario General habría sido obra de Henry Ramos Allup de AD y Julio Borges de Primero Justicia. De ser así, es un comienzo nada propicio.

Casualmente, Torrealba fue el vocero oficial de la Coordinadora Democrática de los años 2002 a 2004. 

Todo esto pudiera ser presagio de serias dificultades en algún momento del futuro, posiblemente después de las elecciones parlamentarias de 2015.

En el mismo orden de ideas, Torrealba no aporta a la MUD lo que más necesita:

• La capacidad de formular recomendaciones políticas coherentes, tanto en oposición al gobierno castrocomunista y como parte de un intento para desarrollar una personalidad con políticas que los electores pudieran encontrar atractivas.

• En pocas palabras, la MUD resolvió uno de sus tantos problemas. Ahora tiene un “rostro” con el que se pueden identificar los venezolanos. Ha abierto decenas de canales de comunicación que deberían hacerle bien a ella y a todos los venezolanos en estos tiempos turbulentos.

Pero la MUD en estos momentos sigue estando a la misma distancia de la que estaba hace seis meses para elaborar una estrategia común para enfrentar al gobierno de Maduro o un programa para ofrecer a los venezolanos.

Sociedad Venezolana de Orlando SOVENOR
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