Chávez no ha precisado nueva estructura federal‏

EL NACIONAL - Miércoles 14 de Noviembre de 2007 Nación/4
GEOMETRÍA DEL PODER Todo el territorio será controlado desde Miraflores

Chávez no ha precisado nueva estructura federal
Con la reforma constitucional no desaparecen los gobernadores ni alcaldes,
pero tendrán que ajustarse a los planes concebidos por el poder nacional y
ceder funciones al poder popular

EDGAR LÓPEZ
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Antes de proponer la reforma, Chávez había pensado en ciudades sustentables, gemelas y satélites PRENSA MIRAFLORES

A mediados de septiembre, durante una de las tertulias sobre revolución que habitualmente tienen lugar en el parque Los Caobos, un joven aspiraba a que la profesora británica Doreen Massey (creadora del término geometría del poder e invitada a Caracas por la Alcaldía Metropolitana) le explicara el alcance del poder del pueblo para construir su propia geografía e historia, tal como lo proclama la reforma constitucional.

Después de aclarar que era un chavista por convicción, dijo no entender por qué el Presidente de la República se reservaba la convocatoria de un referéndum como requisito imprescindible para la creación de una ciudad comunal.

"¿Por qué las cosas se decidirán desde arriba y no, más bien, desde abajo?", reclamaba.

"Inevitablemente, hay una tensión entre el poder de la base social y el poder central que debe trazar estrategias generales", respondió Massey, y – de esa forma– confirmaba que el conflicto en ciernes no se limita a la disputa entre nuevas instancias de gobierno que se superponen a las existentes.

Massey aclaró que sus estudios se habían limitado a la realidad del Reino Unido y que conocía muy poco la reforma constitucional venezolana. Sin embargo, comentó que la vinculación de la nueva geometría del poder con diversas formas de organización y autogobierno de las comunidades facilita el logro de un objetivo fundamental: sustituir las relaciones sociales capitalistas por las socialistas a partir de las especificidades de cada lugar.

Muchos de los presentes aquella noche en el parque Los Caobos esperaban que con el desarrollo del debate en la Asamblea Nacional se corrigieran las incoherencias advertidas en la distribución del espacio y del poder. Sin embargo, en materia de reordenamiento territorial, el Legislativo lo que hizo fue conceder mayor discrecionalidad a Hugo Chávez.

Por ejemplo, se sustituyó el referéndum por un decreto presidencial para la creación de una ciudad comunal. El poder del pueblo quedó minimizado frente al poder del jefe del Estado y, probablemente, el joven chavista de Los Caobos quedó más desconcertado.

"Se me ocurre". Sin precisiones definitivas, el Presidente ha comentado diversas formas de reagrupación territorial.

"Se me ocurre que los estados orientales pudieran conformar una provincia", fue una de las propuestas. Pero también ha pensado en el oriente para crear una región marítima o un distrito insular.

Aunque los ejes del Primer Plan de Desarrollo Territorial, diseñado por el Ministerio de Planificación y Desarrollo, podrían constituir una pista, sería el presidente Chávez quién decidiría cómo será la nueva división político-administrativa del país –de acuerdo con el artículo 16 de la reforma– integrada por: regiones marítimas, territorios federales, distritos federales, municipios federales, distritos insulares, provincias federales,ciudades federales y distritos funcionales.

Para mayor incertidumbre –observa el historiador Manuel Donis, experto en reordenamiento territorial– "no se eliminan formalmente los estados y los municipios, pero prácticamente desaparecen por inoperantes". Desde su punto de vista, pareciera que se trata de una centralización del Estado en lugar de una federación integrada por estados, municipios y parroquias: "Desaparece la columna vertebral de la territorialidad venezolana, como lo ha sido el municipio desde el siglo XVI. Y sin justificación suficiente, pues la Constitución de 1999, con 16 artículos dedicados al municipio, permitía corregir fallas en los gobiernos locales".

Según Donis, el poder popular será relativo porque quien en definitiva decide la ordenación del territorio es el Presidente de la República y los ciudadanos no tienen la oportunidad de elegir a sus representantes: "Lo único que está claro es que las nuevas entidades serán controladas desde Caracas", advirtió.

El investigador recordó la profundización de la visión caudillista del ordenamiento territorial a partir del gobierno del general Antonio Guzmán Blanco: "En 1874 se modificó la Constitución y, desde entonces, la territorialidad variaría en función de los intereses del gobernante de turno.

De forma consecutiva se reagrupó al país en regiones, al frente de las cuales se colocó a un funcionario absolutamente leal al caudillo. Incluso Guzmán Blanco llegó a denominar uno de estos nuevos estados con sus apellidos".

Los principios del gobierno federal volvieron a adquirir pleno rango constitucional en la carta magna de 1953. Aunque pareciera no corresponder a una dictadura –admitió el académico–, sólo hasta el gobierno de Marcos Pérez Jiménez se recuperó la autonomía de las regiones.

La estrategia.

Manuel Briceño, presidente de la Comisión de Reordenamiento Territorial de la Asamblea Nacional, niega que la reforma revierta la descentralización: "Vamos hacia la socialización de la gestión pública, pues las instancias de gobierno regional y local no estarán limitadas a 335 alcaldías y 23 gobernaciones, y la descentralización se extenderá a miles de organizaciones del poder popular".

El gobierno central –admitió Briceño– monopolizará el diseño de las estrategias que deberán seguir en los ámbitos nacional, regional y local, de modo que las funciones de las instancias intermedias de gobierno tendrán que ajustarse a los planes de desarrollo acordados por el poder nacional.

"No puede haber cientos de planes que se conciben y marchan por separado",
insistió.

–¿Cómo un consejo comunal podría oponerse a una política diseñada desde el
Ministerio de Planificación y Desarrollo?
–Para que haya una integración orgánica no pueden ser planes sueltos, tiene
que haber alguien que los amarre.