viernes, 31 de enero de 2014

Salgamos de esta crisis

Para mi la palabra esperar no existe MCM

María Corina Machado resalta en la Asamblea Nacional por su habitual traje blanco, en medio del usual entalle negro de sus pares de la oposición y el rojo que se multiplica para homogeneizar la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Fuera del hemiciclo, dentro del universo del antichavismo, se hace notar también, pero por su voz disonante, que va en una vía distinta a la de la mayoría que conduce la Mesa de la Unidad Democrática.
Ella no cree en el plan de pacificación que propone el Ejecutivo, tampoco que el país aguante seis años más a la revolución en Miraflores. La transición, dice, es urgente, con la misma rapidez que le concede a la necesidad de transformación dentro del cónclave opositor.
"Es nuestra obligación, como dirigentes políticos, presentarle a la sociedad la ruta para la conquista de la democracia y la libertad. Aquí no va a ver resolución del problema de la violencia mientras Maduro esté en el poder, tampoco habrá HarinaPan; no va a ver una inflación controlada ni libertad de expresión mientras Maduro esté en el poder".
Machado se niega a pensar que la próxima meta de la oposición está en los comicios parlamentarios de 2015. Mucho tiempo de por medio, se impacienta. Un sentimiento por el que terminó aliada con el coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, con el que lidera una corriente paralela a la MUD que ha llamado a la retoma de las calles con el objetivo de concretar la salida anticipada ­por vía constitucional, según plantean­ del jefe de Estado.
Aunque Machado fue la diputada más votada en los comicios de 2010 y compitió como candidata presidencial en las primarias que organizó la oposición en 2012, no forma parte directa de la MUD.
Su vinculación es esporádica, como parte de los legisladores del bloque, pues su impúber organización Vente Venezuela todavía no se ha estructurado formalmente como partido político. Para tener mayor peso en la dirección colectiva del antichavismo es que, quizás, insiste tanto en la necesidad de ampliar la plataforma, incluir a mayor número de sectores: "Tenemos que velar porque todos los que se sientan como parten de la Unidad participen".
-Públicamente ha planteado que la MUD debe abrirse, sumar a la sociedad civil, los sindicatos y los gremios. Lo más parecido a eso en la historia reciente del país fue la Coordinadora Democrática, la misma que tuvo resultados tan adversos como el paro petrolero y el golpe de abril de 2002 ¿No puede reeditarse esta situación?
-Yo creo que la Coordinadora tuvo buenos resultados y otros no tanto. Así como también nosotros tenemos que admitir que no todo ha sido bueno. Yo no creo que la presencia de esos grupos haya sido un error. Cómo funcionaron, si eran las mejores dinámicas, eso es otro tema. Pero el tema de fondo, que es la inclusión, lo comparto.
-¿Cómo entonces generar esa inclusión, para que realmente sea una plataforma efectiva y eficiente?
-Eso se esta discutiendo. Allí también hay distintas posiciones sobre cómo representamos los distintos sectores de la sociedad. La organización tiene que permear a todos las áreas. Hay que ver cómo darle más fuerza a los estados, los municipios, las comunidades. No puede ser, en todo caso, que sean cuatro o cinco políticos que tomen decisiones. Necesitamos una organización que dé respuesta rápida. Aunque es sano que haya diferencias. La MUD ha dicho que están concientes de su necesidad de renovarse, pero que los frecuentes comicios han demorado el cambio ¿Cómo se puede hacer la transformación rápida antes de las elecciones de 2015? ­Yo entiendo el interés de muchas organizaciones por el tema de las parlamentarias, pero francamente creo que Venezuela tiene otra urgencia. Si nosotros condicionamos cualquier responsabilidad de estos días a esa dinámica, estamos condenando al país.
-¿Cuáles son, a su juicio, los principales cambios que debe hacer la MUD?
-Todo el mundo dice que organización, que es lo obvio. Cuando tienes esa persecución a los medios de comunicación, ¿Cómo puedes establecer vínculos con los distintos sectores del país? Hoy en día hasta moverse es más difícil, no hay pasajes y las carreteras están en mal estado. La organización se ha puesto más complicada, pero esto parte de una revisión profunda. Tenemos logros valiosísimos, porque durante estos años este Gobierno lo ha intentado todo y hemos resistido. Tenemos que revisar entonces qué ha faltado. Soy una profunda convencida de que a este régimen tenemos que confrontarlo, no solamente en la protesta y en la movilización, en el plano de los valores. No es verdad que estos tipos quieren a los pobres, este gobierno es una fábrica de hacer pobres.
-¿Sus sugerencias las ha presentado formalmente?
-Sí. Esta en discusión. Hay personas que están de acuerdo, otros que no. Lo fundamental en este momento es que todos los venezolanos que queremos vivir en paz y libertad terminemos de asumir que no lo conseguiremos mientras esté este régimen y que es responsabilidad de todos. Digo algo responsablemente, como dirección política tenemos la obligación de presentarle al país cuál es la ruta de transición democrática, si no lo hacemos seremos corresponsables de cualquier otra que ocurra. Lo peor que le pueda pasar a Venezuela es que este régimen se perpetúe.
-Plantear que Maduro no culmine su mandato la coloca en una acera distinta a la que ha manejado públicamente la MUD. Incluso, causa incomodidad en algunos sectores, por considerar que puede ser inconstitucional.
-El que diga eso no ha leído la Constitución. En todo sistema democrático los ciudadanos tienen derecho a pedir la salida de un gobierno. Ahora, si tú no estás enfrentando una democracia, sino una dictadura, no es un derecho, sino un deber.
-¿El camino puede ser esperar a un referendo?
-Para mí la palabra esperar no existe. Aquí no hay tiempo que perder en la posibilidad de organizar y movilizar a la sociedad. Aquí nadie puede esperar. Necesitamos una vibrante organización ciudadana, que tenga confianza en un liderazgo que asume concientemente riesgos. Es una presión social. Articulado. Hay gente que te dice, por ejemplo, que no hay que politizar la cultura. No. La causa de los problemas que vive Venezuela es un proyecto político. Esto es diseñado, si pasas todo el día haciendo cola y cuando llegas a tu casa te encierras por la inseguridad, generas una situación tal de casos social, proclive a militarizar el país.
-¿Cuál es esa salida? ¿Cómo se concreta eso sin la necesidad de pensar en una intervención militar?
-Lo que he planteado es una ruta de transición, planteado dentro de la Constitución. Esa ruta final la estamos discutiendo. Yo lo que creo fundamentalmente es que sea a través de un gran acuerdo nacional, el debate tenemos que darlo entre la gente.
-¿Cuál es su propuesta personal?
-La Asamblea Nacional Constituyente tiene elementos poderosos, pero todo parte de un camino. Tenemos que dinamizar aún más la movilización ciudadana. No se le puede decir a los venezolanos que hay que esperar, aquí hay una urgencia. Esto es un país en llanto. Tenemos que convertir ese dolor en acción consciente y colectiva.
-Usted no acudió a la reunión que convocó el presidente Nicolás Maduro con los diputados del Parlamento en medio del plan de diálogo, dudó de la buena voluntad del Ejecutivo ¿Qué piensa de los sectores de oposición que han asistido a estos encuentros?
-No debemos plantearnos los dos extremos. Recordemos que cada vez que este Gobierno, a largo de estos 15 años ha tenido problemas de gobernabilidad, llama al diálogo, saca un crucifijo... Apenas esa inestabilidad mengua, viene otra vez el porrazo. Aquí no nos podemos engañar. Lo que no podemos permitir es que la intención del régimen, que es múltiple, se concrete: estamos llegando a unos niveles de tanto descontrol que saben que puede revertírseles, entonces necesitan estabilidad. Necesitan transferir su responsabilidad, compartir su fracaso y preparar el ambiente para unas medidas económicas que ya empezaron a anunciarse a cuentagotas.
-¿No está de acuerdo con las conversaciones?
-Hay que ser muy responsable y cuidadoso, los dirigentes democráticos en todos los niveles, en poner firme y clara nuestra posición. El diálogo es esencial en una democracia, no hay democracia sin diálogo. Yo lo que no quiero es que me utilices. Lo que nosotros planteamos es un diálogo entre los venezolanos, entre los sectores, no manipulado por quienes desde el poder quieren utilizar el diálogo para neutralizarnos. La posición de los alcaldes, al plantarse frente al presidente y exigirle como alguien que tiene un mandato y es parte del Ejecutivo es una cosa, y otra es que tu vayas a mendigar. En el caso de los diputados, es distinto, la AN es el poder autónomo y es el poder esencial en democracia. Un poder que durante todos estos años ha sido humillado y pretender ser doblegado. Mi trabajo como parlamentaria es controlar al Ejecutivo, no escuchar pacíficamente sus mentiras.
-El gobernador Henrique Capriles fue criticado tras participar en un encuentro donde estuvo Maduro.
-Es una figura fundamental y con enorme mérito y reconocimiento. Tiene, sin embargo, un doble rol: como gobernador, debe exigir y representar a todos los mirandinos; y otra son sus posiciones como representante de parte fundamental de la conducción política del país. Son dos dimensiones. Lo importante es que queden bien definidas. Venezuela es un país que clama por un país de paz y libertad, porque paz sin libertad es sumisión, no podemos permitir este discurso que busca hacernos sacrificar la libertad por la paz de los totalitarios. No nos podemos dejar doblegar por este discurso de apaciguamiento. Cuando el señor Maduro habla del plan de pacificación, esto es para pacificar a la oposición, para hacernos bajar la cabeza.
ASPIRACIÓN PERSONAL
La diputada María Machado, con su nombre de pila y su primer apellido, como el chavismo prefiere referirse a ella en el Parlamento, no está satisfecha con el trabajo de la oposición en la Asamblea Nacional. "No por el régimen, si no porque nosotros tenemos que hacer mucho más. El trabajo en la calle es esencial"
-¿Mantiene su deseo de ser Presidenta de la República?
-Por supuesto. Yo sueño con poder servir a mi país, contribuir a transformarlo y ser la primera presidente mujer. Nuestra generación tiene la opción de transformar este país. Ese es el desafío de nuestra generación. Yo siento mucho cariño de la gente.
-Usted logró, tras un acuerdo político en las primarias de la oposición, que el diputado Ricardo Sánchez llegara como suplente al Parlamento. Ahora él se distanció de la MUD ¿Se arrepiente de haberlo apoyado?
-Sí.
-¿Ha conversado con él?
-No
-¿Por qué no ha querido?
-Porque no hay nada de que hablar.

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