miércoles, 22 de febrero de 2012

Finalizaron las elecciones primarias que casi terminan con su salud

Estuvo en su cama-clínica intranquilo, desvelado. Noches pesadas que trataba de aligerar al día siguiente con episodios televisivos. Las cadenas se sucedieron una tras otra con una regularidad enfermiza; como la tos nocturna del tísico; imparable, dolorosa. Días infernales con 6 y luego 5 candidatos sumando y sumando voluntades por todo el país, y usted impedido de besar viejitas, cargar muchachos, estrechar manos y caminar senderos, calles y avenidas.

Solo en su jaula de oro. Debo confesar. Nunca fui su amigo. Lo acompañé un tiempo como lo hizo
una gran mayoría. Como con honestidad y compromiso lo apoyaron Henri Falcón, Ismael García, Vladimir Villegas y Pablo Medina entre otros. Muchos creyeron que eran sus amigos, yo no, hoy multitudes sienten el sabor amargo de saber que usted les mintió, les ofreció una amistad que nunca existió.

Sabe usted señor. No tiene amigos. Ni uno solo. No conozco ningún chavista: ministro, viceministro, magistrado, gobernador, alcalde, diputado o ciudadano común que diga con certeza que es su amigo. Entérese bien, no tiene ni un solo amigo que pueda decir que almuerza con usted, o que va al cine, o que juega dominó. Se le acercan con los colmillos afilados y el símbolo del dólar en cada ojo. Usted los deja.

Recientemente estuve varios días en Barinas preguntando sobre sus posibles amigos de la infancia; escuela o liceo, para mi sorpresa, no hay ninguno, no dejó usted ni un solo amigo en su Estado. Y como dijo García Márquez en un discurso hermosísimo “no tener amigos es una forma de estar muerto” No tiene amigos porque nadie confía en su palabra. Ven a Isaías Baduel como el resumen de su condición humana.

Usted nos ofreció independencia y terminó como un ayudante, simple furriel, a la orden de Fidel y Raúl Castro. Permitió que la seguridad cubana tomara embajadas, notarías, policías, registros, consulados, puertos, aeropuertos, cedulación. Les abrió las puertas del ejército, la marina, la aviación y la guardia nacional. Nos ofreció luchar contra la corrupción y nunca pero nunca jamás había estado la hacienda pública tan diezmada, tan putrefacta como ahora.

Como será el vicio y el robo descarado y manifiesto que nadie percibe ninguna diferencia en la actitud vigilante de la Contraloría General de la República a pesar que el contralor tiene más
de un año de muerto y no tiene sustituto.

Prometió, dada su condición de militar, seguridad para los ciudadanos y llevó el crimen, por su
omisión en atacarlo, por su complicidad en permitirlo, por su indeferencia al no nombrarlo, de 4 mil a 18 mil asesinatos anuales. Las recientes muertes de docenas de neonatos fue explicada por uno de sus seguidores como un asunto “normal” dentro de “las estadísticas”
Que descaro. Que desfachatez. Que desgracia. Que crimen. Las carreteras no sirven. Falla la electricidad. Los trenes chocan. La droga impera. Asesinan policías. La inflación nos come. Hay escasez. No hay cabillas. Ni cemento. Ni medicinas. No tiene amigos. Y no los
tendrá. Ya no hay tiempo. Le quedan pocos meses. Lo espera el olvido.
Por Eduardo Semtei.
El Nacional.
http://www.eduardosemtei.com/2012/02/quien-pueda-interesar.html

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