Los militares usualmente no actuan solos

Chávez podría estar sufriendo como nunca¿ pero terminará ganando como siempre.

Los militares, usualmente, no actúan solos

Luis Vicente León - El Universal
Esta semana me tocaba escribir sobre los escenarios empresariales, pero apareció un evento político que cambió mis planes.
Como saben, el general Baduel se pronunció contra la propuesta de reforma constitucional, a la que llamó: “golpe” contra la democracia.

Que cualquier actor oficialista declare contra la posición “incontestable” del Presidente ya es un tema llamativo, pero viniendo además de un reciente ex ministro de la Defensa, con gran ascendencia militar y además incrustado en el imaginario popular como “el general de la dignidad”, hace la cosa más impactante y cumple las características de “sorpresas políticas”, esas que a veces cambian el curso de las cosas y a veces, en cambio, se desinflan y pasan a formar parte de las frustraciones de algunos colectivos.

No podemos predecir si los números de apoyo y rechazo a la reforma cambiarán o si la disposición a votar aumentará y mucho menos cómo se comportará el sector militar activo frente al llamado de su antiguo líder y referente moral, pero sí podemos comentar nuestras primeras reacciones.
La primera es que el general no debe tener rabo de paja, porque cualquiera que se atreva a enfrentar a Chávez, dentro del sector militar, corre un peligro inminente y más vale que no le consigan un trapito sucio porque lo van a desguazar.
La segunda es que los militares, usualmente, no actúan solos. Deben existir grupos internos que comparten esta visión irreverente. No sabemos si son mayoría; si están dispuestos a dejarse ver o si van a defender los derechos políticos de la población en estas elecciones, pero sí podemos saber que la tesis que presume que Chávez domina toda la escena militar, ya no está tan clara.
Con respecto a los electores, creo que el mayor impacto lo encontraremos en la oposición. Un grupo de los adversarios siente que esto es oxígeno para su lucha y que vale la pena participar y votar, entre otras cosas porque ahora es más difícil para el Gobierno hacer quiquirigüiqui sin impactar a los militares por dentro. Otro grupo cree, sin embargo, que esto es un engaño tipo Arias Cárdenas, lo que podría más bien desestimularlos a votar. Pero lo realmente peligroso es que la acción de Baduel, sin intención, puede ser mal interpretada por algunos radicales que juegan a la desestabilización política como medio de lucha contra Chávez y están tratando de vender la tesis de que ahora tienen suficiente respaldo militar como para administrar el caos.

Con respecto a los chavistas, el tema también divide. Un grupo ve aquí una traición a su líder y esto podría motivarlos a votar a favor de la propuesta, no por que estén de acuerdo con ella, sino como un mecanismo para defender a Chávez de lo que leen como una posible conspiración militar. El otro grupo chavista, en cambio, comienza a cuestionarse su decisión de abstenerse frente a la propuesta que rechazan y podrían estar más dispuestos a aceptar la invitación a votar en contra, independientemente de sus sentimientos por el Presidente.

Si la acción de Baduel logra motivar el voto chavista irreverente, su acción será infinitamente más útil que la registrada hasta ahora por cualquier líder o partido opositor.
Como verán, el impacto de este evento no es lineal, lo único seguro es que el Presidente no la está pasando bien, ya que sus esfuerzos comunicacionales, nuestros recursos por él usados y sus dotes histriónicos no le han servido para convencer a su propia gente de que su propuesta de concentración y permanencia de poder es atractiva.

Tiene además que manejar con cuidado los eventos estudiantiles que podrían complicarse y pa’ remate ahora se le reveló el compadre. Claro que si el liderazgo opositor no se pone pilas (y parecen agotadas como la leche), Chávez podría estar sufriendo como nunca ¿ pero terminará ganando como siempre.